Al norte del departamento del Casanare se encuentra entre esteros y morichales, sabanas y mastrantales, el municipio Paz de Ariporo, tierra de historia, gente, paisajes, cultura tradicional e infinita, que en medio del follaje natural, el tenue sonido de los ríos Ariporo, Muese y Guchiría…., aparece para ofrecer a sus visitantes la oportunidad de disfrutar del descanso y la belleza que sólo puede brindar una región como esta.
Desde allí, en una tierra de clima cálido, con una temperatura promedio de 27ºC, y una población de 33.446 habitantes, conformada por 54 veredas y 5 corregimientos distribuidos en 1´380.000 hectáreas de territorio a tan sólo una hora de la capital del Casanare Yopal, este municipio surge como emporio ganadero, donde el coleo, el trabajo de llano la doma de potros cerreros, los parrandos llaneros. Los encantará hasta el punto de apropiarlos de las labores plasmadas por un pueblo luchador y progresista.
Sus gentes sobresalen por la amabilidad, sencillez, espontaneidad y tenacidad, matices que comparten con su espíritu luchador y patriotismo, aptitudes que hacen entrever a un pueblo aún dueño de su historia, una historia que comenzó en la población indígena de la fragua y villas coloniales como la Aguada y Moreno donde nuestros antepasados comenzaron a forjar y a y fértil. Cimentar nuestra cultura y tradición, donde el sombrero, los pies descalzos, el joropo, el arpa y la mamona surgen para dar identidad un una tierra inmensa.
A su llegada nuestros visitantes descubrirán un abanico de posibilidades de esparcimiento y entretenimiento, hoteles y cabañas confortables, balnearios naturales y restaurantes sumados la calidez de un pueblo donde el campesino agricultor, el ganadero o el profesional son parte necesaria de su desarrollo, un pueblo que aún conserva las tradiciones de la artesanía típica, la cestería, la gastronomía y donde el progreso y el futuro se concibe desde los niños y niñas, que proyectan y cimentan sus esperanzas desde las diferentes instituciones académicas en donde se forman para retribuirle a su región.
Es la tierra de la virgen de manare patrona de los casanareños cuyas romerías atraen a grandes masa de turistas y pobladores a su santuario en el desarrollo de las tradicionales ferias y fiestas patronales del 2 al 8 de enero , en donde los esbeltos paisajes, las extensas sabanas y santuarios naturales, les brindará la posibilidad de reconciliarse con una naturaleza olvidada y enaltecida, donde la música llanera, las artesanías criollas el coleo y la magia de su epicentro urbano se convierte en un destino placentero, del que nuestros visitantes se enamorarán a primera vista.
Privilegiado por una naturaleza pródiga, Paz de Ariporo encanta por la hermosura inigualable de su paisaje, donde Praderas, llanuras, sabanas, lagos, ríos y esteros chigüiros y garzas se unen para formar la importante reserva de fauna y flora de esta región, y donde los cultivos de arroz, papaya, yuca y plátano, la explotación ganadera extensiva en las sabanas abiertas y la ceba mejorada en el piedemonte, constituyen el principal renglón de su economía como el tercer municipio ganadero de Colombia con 365.000 cabezas de ganado aproximadamente les permitirán observar y disfrutar de la despensa agrícola de la cual viven cientos de familias del municipio más grande del Casanare.
A este panorama de exorbitante belleza no le puede faltar un amanecer o atardecer en la sabana, haciendo aún más confortable y placentera la estadía en La Paz, donde el cantar de los pájaros, el sonido del aire golpeando los morichales y el murmullo de los ríos y quebradas, los llevará a sentirse en un jardín adornado con la gala de su naturaleza circundante.