huber paredes el tamareño

Huber Paredes es un cantante casanareño nacido en la Fragua Tamara; el de 6 de Mayo de 1971, hijo de doña Hortencia Paredes, fue peón en los hatos de la región, el tamareño como se hace llamar es un hombre incansable, luchador y persistente, de un origen campesino y humilde, nació en tamara-Casanare de allí deriva su slogan el tamareño si canta, cuando alguno de sus coterráneos no creyeron en su talento en los inicios de su carrera, fue injustamente discriminado y compone un tema que titula “el Tamareño si Canta”, dicha canción sonó en todo el departamento de Casanare, así fue como Huber se fue ganando el cariño del público, su estilo es único y lo ha ido mejorando, lo que hace que se le tenga en cuenta en presentaciones y festivales de la Orinoquía Colombiana. Comentaba Huber en sus relatos entre risas y chanzas que le debe a don Gildardo Oros, sus triunfos en la música cuando estaba decidido a botar la toalla, porque no pegaba nada y no le veía resultados económicos a la música, don Gildardo muy amablemente le patrocinó uno de sus discos donde logró “pegarlo” y posicionarlo en los primeros lugares, su música comenzó a penetrar los departamentos del Vichada, meta y Arauca. En sus últimas grabaciones William Macualo ha sido el Arpista acompañante. El tamareño es un hombre humilde y del pueblo, en los bares y cantinas retumban sus canciones, su compadre Walter silva escribe lo siguiente de huber:

Que el tamareño si canta.... si señores si señores, no es refrán, es la nueva realidad del llano... no se sabe cuánto canta. Lo que sí se sabe, es que su verso y su melodia trasnochan. Se bajó como las aguas del pauto, como dijera Cachi Ortegón refiriéndose al Cholo, desde el cerro, pero a propósito, porque desde el mismo cerro. se crió viendo la lejanía de la sabana, luego bajó, la vivió, la trabajo y la dominó. Mi compadre... el que hace apenas un año y medio empezó a sonar en cada cantina de los pueblos. Hoy apenas, medio se supo de una nueva canción suya, se hizo comentario en la sabana. “Que ya grabó el Tamareño”, y empezaron los programas a recibir llamadas de los llaneros a pedir “ni llorando me conmueve”... Como anillo al dedo, ahora que la música de despecho y lo criollo, pareciera ser el presente del joropo. Mi compadre El Tamareño, se encaramó en el caballo que era... El de la música criolla, y se convierte en un aliado más de quienes sanamente tratamos de cantar sin más apoyo que el llano... sin más palabreo que el nuestro y sin más arreglos que los que nacieron con nosotros. El joropo sencillito, sin arandelas es lo único que nos queda. Ya me supongo el sinapismo en los pueblos criollos todo el día, todos los días, sonando “reconozco que la quiero”, “de nuevo en el abandono”, y todas las de disco, porque unas arrastran a las otras. Compadre gracias por permitirme referirme a usted como lo hago en donde quiera que llegue, con cariño, con respeto, con admiración y con la firma esperanza que el joropo de estos tiempos apenas empieza a crecer.... y estamos muchachos.

Trabajo investigativo y de redacción ©www.llanomio.com Noviembre-2009.